
Jardinear, un concepto tan simple, tan dominical, puede ser una gran oportunidad de aprendizaje para toda la familia. Al cuidar una planta, trabajar en un jardín o huerto, se van obteniendo pequeños logros. Una nueva hoja o una linda flor generan una sonrisa y le tomamos el pulso a la naturaleza.
Un estudio de la Royal Horticultural Society asegura que el trabajo en huertos escolares mejora la inteligencia de los niños, ayudándoles a desarrollar la comprensión del lenguaje y las matemáticas, los conocimientos científicos, las relaciones sociales, habilidades físicas, la conducta y el sentido de la responsabilidad.